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Algunas consideraciones sobre las clases por televisión (página 2)



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Características del medio

Como mencionamos anteriormente, la
televisión es un medio de comunicación de masas,
que entra a todos los lugares y sitios del país donde
esté situado un receptor (televisor), se quiera o no se
quiera, y que ejerce una significativa influencia en la
audiencia… desde un punto de vista global podemos afirmar
que la televisión educa, forma, influye en la cultura
social de las audiencias, en las actitudes, en los valores, en
los comportamientos, en el pensamiento en la
ideología
(Mª Paz Prendes Espinosa.
Facultad de Educación, Universidad de Murcia). El
televidente solamente tiene que accionar un botón e
inmediatamente nos está observando -aunque no sea un
alumno de nuestras escuelas-, por lo tanto esto es un aspecto de
vital importancia que debe tenerse presente en nuestra
preparación y en la presentación de la actividad,
por lo que esto nos obliga a prepararnos cada día
más y con mayor profundidad. Otros rasgos generales que
caracterizan este medio son los siguientes: dispone de un horario
y tiempo fijo de visionado, su carácter no repetible y
revisable, su difusión a distancia.

Veamos otras características que
debemos conocer y tener presentes para obtener un buen trabajo en
lo relacionado con la emisión de programas dirigidos a las
escuelas.

La televisión es un medio muy
eficiente que permite el uso de diferentes materiales de bajo
costo, simulaciones, ilustraciones y otras técnicas que
pueden ofrecer muy buenos resultados, es bueno recordar que a
través de la pantalla se puede mostrar a los alumnos
fotografías tomadas de libros, revistas, enciclopedias,
periódicos; láminas, esquemas, diapositivas,
maquetas, objetos naturales, de igual forma se puede trabajar en
el pizarrón, hacer representaciones o dramatizaciones, se
puede proyectar de forma total o parciales filmes, se muestran
experimentos, se graba en exteriores; de igual forma las
emisiones se pueden hacer en blanco y negro o en colores, se
introducen sonidos o se suprimen, se logran efectos variados; por
medio de la computadora se logran mover los carteles en el
momento deseado o se retoman de nuevo, en definitiva las opciones
son infinitas, pero lo difícil es su utilización
acertada, en el momento preciso y cuando lo necesitan los
alumnos.

Se plantea que "… la forma de trasmitir
mensajes por la televisión didáctica está
condicionada no solamente por la estética o estilo
artístico, sino que se modula, se condiciona y acompasa
por los principios y leyes didácticos." (Teoría y
práctica de los medios de enseñanza de Vicente
González Castro), y más adelante nos dice: "El
aprendizaje y la enseñanza se produce de acuerdo con leyes
objetivas y los principios se materializan de manera concreta en
estas leyes generales. Si se violan, podrá hacerse un
bello programa de televisión donde muy pocos aprenden
realmente. Si se respetan, puede crearse una obra
estéticamente valiosa y con la seguridad que un buen
número de estudiantes aprenderá sin dificultad".
Estas afirmaciones nos condicionan la intencionalidad de los
programas educativos, ya sean las teleclase o los programas
formativos o de apoyo para los diferentes niveles de
enseñanza. Esta condicionalidad presupone que estos
programas se deben diseñar de una forma clara y expresa,
donde los planteamientos técnicos del medio
(televisión) se tienen que supeditar a los
didácticos, a lo metodológico, al contenido, siendo
esta condición fundamental e inviolable al utilizar este
medio con fines educativos.

En este sentido podemos resumir que las
ventajas más significativas asignadas al medio televisivo,
aplicado a la educación, son las siguientes:

– Lleva la información a lugares apartados o con
carencia de profesores especializados.

– Presenta experimentos y demostraciones
en aquellos centros con carencia de medios y
laboratorios.

– Facilita la participación de especialistas
destacados, facilitando la igualdad de oportunidades para todos
los que observan el programa.

– Facilita la visita a lugares
históricos, museos u otros de características
especiales y únicas.

– Reproduce un momento
histórico.

– Permite observar de forma detallada fenómenos o
procesos físicos, químicos o
tecnológicos.

– Ayuda al perfeccionamiento del
personal docente de las aulas, al observar estos otros modelos de
actuación de docentes.

– Permite la actualización rápida y pareja
de nuevas concepciones o contenidos.

– Los bajos costos de producción
por alumnos.

También es de suma importancia
conocer y dominar a fondo las limitaciones que tiene la
televisión para nuestro trabajo, esta posición nos
permite realizar una actividad con mayor eficiencia y calidad.
Entre las principales dificultades o limitaciones podemos citar
las siguientes:

Impide la comunicación
recíproca entre profesores y alumnos. Su carácter
unidireccional no permite atender las individualidades de los
alumnos, de igual forma el nivel de la información se
presenta para el alumno medio.

Tendencia a la distracción de la
atención.

Coloca al alumno en posición de
pasividad, lo que provoca que invierta poco esfuerzo mental para
procesar la información que se brinda.

Dificultades con la transmisión y la
recepción.

Si analizamos con profundidad cada una de
estas limitaciones podemos darnos cuenta del reto que contraen
tanto el teleprofesor y el equipo técnico al realizar una
emisión de su asignatura, así como el profesor del
aula al tratar de minimizar al máximo estas limitaciones,
puesto que nunca se podrán eliminar totalmente.

Para ello es importante que el teleprofesor le preste
gran atención y conozca con profundidad los recursos
técnicos con que cuenta el medio televisivo (que como ya
expresamos se supeditan a los didácticos) y que debemos
saber utilizar en cada una de nuestras emisiones. Muchos y
variados son estos recursos como son: el movimiento de la escena,
los movimientos de cámara (paneo, traveling, tilt, dolly,
zoom, etc), los elementos de puntuación (la disolvencia,
encadenamientos, cortinillas, etc.), las tomas de cámara,
la utilización de los sonidos y la música y otros
más que mucho nos pueden ayudar en nuestro
trabajo.

Si analizamos con detenimiento lo planteado sobre las
características del medio, sus ventajas, sus
posibilidades, sus limitaciones y sus recursos técnicos
nos vemos en la imperiosa necesidad de profundizar en su
conocimiento, esta es la única forma que nos permite
realizar un trabajo superior y de mayor calidad en cada una de
las emisiones, con el objetivo fundamental de lograr que nuestro
mensaje llegue a los alumnos de forma amena, agradable,
interesante, que despierte la atención, el interés,
los motive a profundizar y que vean esta actividad como algo
necesario e importante para elevar el nivel cultural.

Es por ello que se hace necesario realizarnos algunas
preguntas:

  • ¿Cómo lograr una mayor atención
    a nuestras emisiones educativas?

  • ¿Cómo evito la pasividad del alumno
    como espectador?

  • ¿Cómo reduzco la distancia de la
    comunicación?

Estas y otras preguntas que podemos
planteárnoslas debemos tenerlas presentes al elaborar
todos los materiales que rigen, planifican y organizan nuestro
trabajo como son: la dosificación, las orientaciones a los
profesores (material impreso), el sistema de emisiones para una
asignatura y los guiones de las teleclases.

Mucho nos ayudaría a darle
respuestas a las interrogantes anteriores un trabajo de mesa
serio, sistemático entre los productores y los profesores,
no solamente entregar los guiones en el tiempo establecido
garantizan una buena emisión y una buena teleclase,
aquí debe analizarse cada uno de los momentos de la
emisión, todo lo que sucederá en el estudio,
cómo lo desea el profesor, qué garantiza el
productor o qué puede mejorar, cuál será la
música, la escenografía, la vestimenta, cómo
se realizan las tomas, dónde incluir un plano de detalle o
un paneo, en definitiva cómo puede alcanzarse una mayor
calidad. Otro momento de gran importancia es el tiempo de
edición, el cual nos debe garantizar entre otros aspectos
las imágenes que mejor lleven el mensaje que se desea
trasmitir, imágenes que deben cumplir con un orden,
secuencia y tiempo como cuestión fundamental.

Preparación
del docente

Nos referiremos en este aspecto a la
preparación del docente que prepara la emisión
televisiva y creemos que ésta debe estar dirigida en dos
vertientes:

En lo relacionado con la asignatura, el
grado y el nivel para el que trabaja.

En lo relacionado con el medio
televisivo.

Veamos algunas consideraciones que
justifican lo planteado.

Un buen dominio de los contenidos de la
asignatura es un aspecto fundamental y de vital importancia para
el trabajo en el aula, aun es más importante y decisivo
para el docente que pretende transmitir conocimientos por medio
de las emisiones de televisión, si en el aula debemos
evitar equivocaciones, en este medio no pueden ocurrir, pues
además de su complejidad tenemos que tener presente y
recordar que no trabajamos para 20 ó 30 alumnos
exclusivamente, sino que lo hacemos para muchos espectadores,
conocedores o no de la materia, sujetos a la mirada de un
auditorio muy amplio, esto y su carácter unidereccional
hacen muy difícil las rectificaciones, además el
estudio diario y la profundización en la materia que
trabajamos, así como los conocimientos del grado nos ubica
en posición ventajosa, pues nos proporciona serenidad y
seguridad, nos permite tener un margen al enfrentarnos a los
imprevistos de las emisiones televisivas, en vivo o grabadas.
Conocido es por todos que un buen dominio del contenido de la
materia impone respeto y atención.

Importante también es que el
profesor no solo profundice y conozca los contenidos que reciben
sus alumnos en los grados anteriores y posteriores,
cuestión que ha sido ampliamente justificada por grandes
pedagogos, a este requisito debemos de incluir la necesidad de ir
conociendo y profundizando en el resto de los contenidos que
reciben los alumnos en el grado en Geografía,
Física, Química, Historia, Matemática,
Español y el resto de las materias. Esta
consideración nos equipara con los profesores de las
escuelas e irá ampliando considerablemente nuestra
cultural general.

Anteriormente se planteó sólo
lo relacionado con el dominio del contenido y nada sobre el
aspecto metodológico, así es, pues es necesario
analizarlo por separado. Por su puesto que de igual forma que se
exige un dominio del contenido debe tenerse también
dominio metodológico, debemos conocer y aplicar lo que nos
plantea la didáctica, pero con una característica y
matiz diferente, pues nuestras clases no son en el aula, cambia
el lugar, el tiempo, la forma, el auditorio, y si conocemos las
ventajas y limitaciones del la televisión, y si
además conocemos por investigaciones desarrolladas que
este medio -la televisión- permite sistematizar,
consolidar, motivar y establecer los vínculos entre
conceptos, principios y regularidades, entonces estamos en la
necesidad de promover nuevas concepciones y planteamientos
metodológicos adaptado o planteados para una nueva forma
de trabajo, este sería el punto de partida y es por esto
que se plantea que "Una buena emisión de
televisión al igual que una buena clase debe cumplir
cabalmente los principios didácticos. Cómo
llevarlos al lenguaje de imágenes en movimientos, sonidos,
efectos disolventes es la gran tarea del realizador
escolar."
(Teoría y práctica de los medios de
enseñanza de Vicente González Castro).

Si queremos lograr esta gran tarea,
entonces nos vemos obligado también a profundizar en todo
lo relacionado con el medio televisivo, que es donde
desarrollamos nuestra actividad, o más bien el medio que
utilizamos para transmitir conocimientos. El conocimiento y
dominio de las diferentes técnicas que se pueden utilizar
en las emisiones de televisión, y que ya mencionamos con
anterioridad, conjugándolo con los contenidos que deseamos
trasmitir y con los principios de la enseñanza, nos
proporcionará de seguro la metodología que nos
garantice un trabajo eficiente en cada asignatura.

En este sentido quiero detenerme en algunas
de las vías que utilizan los teleprofesores para
transmitir el conocimiento, en este caso me refiero a la
comunicación oral y a los mensajes visuales.

La comunicación oral es el arma fundamental que
tiene el teleprofesor para desarrollar su actividad docente y por
lo tanto tiene que dominar esta técnica casi a la
perfección, ella le garantiza en gran medida que el
mensaje llegue a los receptores, para ello se debe cuidar en
primer lugar la dicción, esta debe ser clara y precisa, de
igual forma se debe utilizar un vocabulario que esté en
correspondencia con el personal al que está dirigida la
teleclase, sin olvidar que la televisión tiene un
auditorio libre. En este sentido no debemos olvidar que la
comunicación oral está muy relacionada con la
expresión facial, y esto se debe conocer, dominar y
utilizar. La felicidad, la inconformidad, el asombro, la
ignorancia o la satisfacción se pueden comunicar
fácilmente con un gesto, esto quiere decir que debe
existir correspondencia entre lo que se dice y la
expresión del rostro. En ocasiones hemos escuchado decir a
los alumnos que el profesor o profesora de la televisión
siempre está seria, no hay expresión en su cara,
esta situación le resta calidad al mensaje, ya que
disminuye el porciento de aceptación del teleprofesor y
por lo tanto lo que trasmite. En este sentido se debe lograr
"actuar" con naturalidad, no atropellar las ideas, planificar
adecuadamente qué se quiere decir y cómo se quiere
decir.

Otro aspecto de vital importancia es el mensaje visual
que debe utilizarse durante el desarrollo de las clases
televisivas, en este caso nos referimos a los carteles y a las
imágenes móviles.

Los carteles deben ser elaborados de forma atractiva, de
acuerdo con el auditorio al que está dirigido, no debe
atiborrarse de información y reflejar los conceptos
fundamentales. Los colores no deben exceder de tres, evitando el
uso del rojo y su gama. En las diapositivas, donde se utilicen
carteles, se sugiere que se conjuguen el blanco con el negro,
azul con blanco, azul con amarillo y verde con amarillo. De igual
forma se debe evitar la conformación de letras de varios
colores, que en la mayoría de los casos dificulta su
lectura. Otro aspecto que debe tenerse en cuenta es el
tamaño de las letras y el tipo de letra a utilizar, su
tamaño debe estar por encima de los 40 puntos y se
recomienda el estilo Arial, aunque es posible
también el uso de la Comic San MS, y la FUTURA por ser
claros sus trazos. Se debe tener cuidado con el uso del
movimiento en los carteles y tratar de que todo lo que se
sitúe en ellos lleve un mensaje, de forma directa o
indirecta y relacionado con el objetivo de la clase.

Las imágenes móviles (películas,
videos) que se utilizan en clases deben ser seleccionadas
adecuadamente, Debemos estar claro de las imágenes que se
deben utilizar, lo que queremos de ellas, lo que necesitamos que
los alumnos observen, qué queremos decir y cuándo,
qué conocimientos queremos trasmitir, cuál es el
mensaje que deseamos. Para ello es importante el uso de las
guías de observación, las que están
encaminadas a dirigir la atención de lo que se va a
observar. En el caso de las asignaturas prácticas se le
debe brindar especial atención a las demostraciones que
realizan los teleprofesores. Es por ello, por ejemplo, que en la
asignatura Educación Laboral la manipulación de
cada medio de trabajo está acompañada de una
demostración y su explicación, donde se muestra el
medio a utilizar, sus partes, su agarre, posición,
desplazamientos, usos, fuerzas y otros elementos necesarios. En
estos casos es sumamente importante la observación del
proceso y su explicación (imagensonido) y para ello le
debemos dar mucha importancia a los planos cerrados y a la
cámara lenta para poder destacar la operación que
se realiza. Algo muy parecido sucede en los experimentos de
Física o de Química donde es de suma importancia
que el alumno observe el fenómeno que se presenta. Para
ello se puede presentar el suceso o simularlo.

Generalmente nuestros docentes –como
ya dijimos- se deben enfrentar a la realidad de concebir y
elaborar el guión de la teleclase, este es un momento
sumamente importante en la preparación de la
emisión y en la que se define en gran medida el triunfo o
el fracaso de la teleclase. Se plantea que "… un buen
guión no garantiza, necesariamente, un buen programa, pero
es la premisa para lograrlo".
(Vicente González
Castro. Medios de Enseñanza). El guión de una
teleclase debe recoger prácticamente todo lo que debe
suceder en el estudio, qué se dice en cámara,
qué material fílmico se utilizará, en
qué momento se rodará, qué
explicación se dará, cuáles planos y en
qué momentos se utilizarán, cuál será
la escenografía, dónde se utilizará
música y cuál será y por supuesto teniendo
en cuenta, como ya hemos planteado, que lo técnico se
subordina a lo didáctico.

Como han podido conocer la preparación de una
teleclase o programa complementario presupone un trabajo serio y
arduo por parte de los teleprofesores y técnicos de la
televisión implicados en esta actividad y es por ello que
algunos especialistas plantean que por cada minuto de
emisión se necesita una hora de preparación,
teniendo en cuenta que esta preparación no solo recoge el
estudio del contenido a tratar sino que se debe considerar
también la realización del guión, la
preparación de carteles y medios de enseñanza a
utilizar en la emisión, el visionaje de los materiales
fílmicos, la edición y el trabajo de mesa con el
personal técnico.

Acciones en la
escuela

El trabajo no puede estar completo si no
conocemos y aseguramos las acciones en las escuelas, para que las
emisiones educativas sean observadas y que el esfuerzo cumpla su
cometido final.

Primero debe garantizarse una buena
preparación del docente del aula, teniendo en cuenta que
éste seguirá jugando un papel esencial en el
proceso de enseñanza aprendizaje, pues las llamadas nuevas
tecnologías continuarán supeditadas a la estrategia
del docente y la eficiencia de su utilización
dependerá en gran medida de su creatividad. En este
sentido es interesante tener presente que para utilizar estos
medios como herramientas eficientes en el desarrollo del proceso
docente-educativo …hemos de considerar la importancia
de la formación del profesorado, su cambio de mentalidad,
la necesaria innovación en el ámbito del
currículo y una evolución general de la escuela
hacia modelos más abiertos y flexibles de
aprendizaje.
(Mª Paz Prendes Espinosa. Facultad de
Educación, Universidad de Murcia). En este sentido es
fundamental transformar o modificar el estilo tradicional de
impartir las clases, esto conlleva a la aplicación de una
nueva didáctica y nuevas concepciones
metodológicas, presupone nuevos estilos de trabajos en el
aula y vencer la resistencia lógica que se le realiza a
todo lo nuevo. …De ahí, que el papel que el
profesor desempeñe con la televisión , es una pieza
clave para asegurar la inserción en la programación
de la emisión, de él va a depender proveer un
armazón inteligente y la creación de un clima
afectivo que facilite la atención y comprensión de
lo que se está observando.(Julio Cabero Almenara.
Universidad de Sevilla)

En segundo lugar se debe garantizar la
posesión del televisor, y después, crear las
condiciones técnicas y organizativas que permitan una
adecuada recepción de las imágenes, que puedan ser
observadas y oídas por todos los alumnos, y para ello se
debe seleccionar, como es lógico suponer el volumen, tono,
y brillo adecuados antes del comienzo de la emisión, para
así evitar molestias o distracciones de los
alumnos.

De igual forma se hace necesario
seleccionar el mejor lugar para ubicar el televisor, se sugiere
que sean en los ángulos y los laterales del aula, de
espalda a las entradas de luz para evitar reflejos de luces o
claridad en la pantalla y a unos 90 centímetros de altura
de la línea de visión de los alumnos debidamente
sentados. Se plantea por algunos especialistas que la distancia
mínima y máxima al receptor se determina por el
tamaño de este, la distancia óptima es el resultado
de multiplicar la diagonal de la pantalla por tres
(mínima) y por cinco (máxima), entre ambas se
encuentra la zona correcta de observación. Otro aspecto, a
tener en cuenta, es el de no ubicar en los alrededores del
televisor murales o láminas u otros objetos que distraigan
la atención del observador. También es importante
el papel que debe jugar el profesor en el aula antes, durante y
después de las emisiones educativas, por supuesto que debe
en primer lugar garantizar la disciplina y la adecuada
observación por todos los alumnos de la emisión,
pero esto, aunque pueda lograrlo imponiendo su condición
de profesor, es mucho mejor cuando lo obtiene preparando al grupo
con anticipación, para que sepan hacia donde deben centrar
su atención, luego debe respetar la trasmisión sin
hacer interrupciones y posteriormente retomar lo trasmitido,
aclarar dudas y garantizar la realización de las
actividades de continuidad, cuando sean orientadas, de igual
forma debe atender las individualidades y evaluar la
atención prestada por los alumnos, la calidad de la
emisión y su contenido mediante la aplicación de
variadas técnicas como pueden ser preguntas orales o
escritas, comentarios sobre lo observado, revisión de las
libretas u orientación de un trabajo
investigativo.

Para que el profesor pueda acometer estas
acciones debe tener en sus manos, con tiempo suficiente, lo que
se tratará en cada clase televisiva mediante materiales
impresos (guías), esto le permitirá prepararse
adecuadamente y ser más eficiente en su actividad.
Además les ayudará a enseñar a los alumnos a
como observar las clases televisivas. De igual forma debe existir
la preparación sobre el tema a tratar en la teleclase,
esto le ayudará a realizar aclaraciones a posibles dudas,
puntualizar contenidos, repetir o aclara un ejercicio determinado
recuerden que la teleclase se trasmite en un momento y horario
determinado. Conocer adecuadamente la materia y lo que se
trasmitirá le posibilita al profesor apoyar el producto
televisivo, orientar hacia donde centrar la atención,
observar la reacción y los intereses de los alumnos ante
lo que se plantea. Significativo es también que los
profesores del aula observen con detenimiento el programa
televisivo y tomen notas para posibles aclaraciones o desarrollo
de las discusiones posteriores.

El triunfo de las emisiones televisivas
está en el resultado que se alcance en las escuelas, en lo
que aprendan los alumnos, en la apropiación de los
conocimientos, y para ello es también muy necesario la
retroalimentación que deben tener los teleprofesores sobre
lo que sucede en las escuelas, y por su puesto en el aula, esto
propicia un enriquecimiento de las emisiones, por lo que debe
lograrse este mecanismo de forma sistemática, de igual
forma se hace necesario el intercambio directo con los alumnos
que reciben las emisiones televisivas, sus inquietudes, sus
deseos, sus opiniones y sus propuesta relacionadas con esta
actividad son de gran importancia para lograr emisiones amenas,
eficientes, que motiven el interés y los deseos de
aprender más, de querer conocer más de lo que se
explica, que no aburran y desanimen.

Hasta aquí algunas ideas o
consideraciones que deseamos expresar relacionadas con el trabajo
de las emisiones de clases televisivas, estas son ideas
personales, producto de alguna experiencia en el medio, de la
indagación bibliográfica y del intercambio con
otros especialistas del medio, no obstante sería
recomendable realizar algunas propuestas, que aunque no han sido
demostradas en este trabajo con la profundidad necesaria, pueden
ser analizadas, buscar variantes, tomar partes de ellas o de
forma total y demostrar su eficacia o su ineficiencia y entonces
estaremos ampliando el campo metodológico de la
enseñanza por televisión.

Establecer encuentros periódicos con
los profesores y los alumnos de las escuelas donde se analicen y
discutan las emisiones observadas en ese período, esto
propicia que el teleprofesor mejore su trabajo.

Instrumentar vías que propicien la
superación sobre las posibilidades y técnicas que
puede brindar el medio televisivo.

Bibliografía

  • La revolución de la enseñanza. W.
    Kenneth Richmond. Edición Revolución.
    1973.

Medios de enseñanza. Vicente
González Castro. Editorial Libros para la
Educación. 1979.

  • Profesión: Comunicador. Vicente
    González Castro. Editorial Pablo de la Torriente.
    1989.

  • Teoría y práctica de los medios de
    enseñanza. Vicente González Castro. Editorial
    Pueblo y Educación. 1986.

Experiencias de televisión educativa
en relación con la atención a la diversidad.
Mª Paz Prendes Espinosa. Facultad de Educación de
Murcia. Instituto de Ciencias de la Educación Universidad
de Málaga. 1998. (Artículo).

El guión y su papel para la
realización de un producto audiovisual.. Lic. Eduardo
Ordóñez Suárez. Dirección TV
Educativa. 2004. (Artículo)

  • Retomando un medio: La televisión educativa.
    Julio Cabero Almenara. Universidad de Sevilla. 1994.
    (Artículo).

 

 

Autor:

MSc. Eduardo Ordóñez
Suárez

Teleprofesor de Enseñanza
Media

Monografias.com

20 de abril del 2008

Cuidad de la Habana.

Partes: 1, 2
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